Las propiedades organolépticas del agua incluyen el olor, el sabor (regusto), la turbidez y el color. En este artículo, nos centraremos en el sabor y el olor. Aunque son principalmente factores estéticos, pueden indicar indirectamente la presencia de ciertos contaminantes en el agua. Los olores y sabores del agua son indicativos del contenido de ciertas sustancias que provocan estos fenómenos, como las sales disueltas y diversos compuestos químicos y orgánicos. Es importante señalar que estos parámetros se evalúan en una escala de cinco puntos, que se esboza en la tabla siguiente.
Cabe señalar que los olores se evalúan para el agua de cualquier origen; sin embargo, esta determinación no se realiza para el agua que se sabe que está contaminada con impurezas nocivas.
EVALUACIÓN DE LOS OLORES Y SABORES DEL AGUA
Escala | Intensidad de los olores y sabores | Breve característica de la intensidad |
0 | Ninguna | Pérdida del sentido del olfato o del gusto |
1 | Muy leve | Olor o sabor no detectables, pero determinados por un analista experimentado en un laboratorio. |
2 | Poco | Olor o sabor que no es perceptible para el consumidor, pero que puede detectarse si se le presta atención. |
3 | Visible | Olor o sabor fácilmente detectables, dan motivos para desaprobar el agua. |
4 | Fuerte | Olor o sabor que llama la atención y hace que el agua no sea agradable para beber |
5 | Muy fuerte | El olor o sabor es tan fuerte que hace que el agua no sea apta para beber. |
¿POR QUÉ TIENE EL AGUA UN OLOR DESAGRADABLE Y CÓMO SOLUCIONARLO?
Las propiedades organolépticas del agua desempeñan un papel crucial a la hora de determinar su calidad e idoneidad para el consumo. Entre estas propiedades, el olor tiene especial importancia. Pero, ¿por qué a veces el agua tiene un olor desagradable y cómo podemos abordar esta cuestión? Comprender el olor del agua implica reconocer sus diversos componentes y los factores que contribuyen al olor.
Cuando definimos el sabor y el olor del agua, a menudo nos encontramos con una gama de descriptores, desde terroso y a pescado hasta olores a cloro y a huevo podrido. Estos olores pueden proceder de fuentes naturales, como la materia orgánica o los minerales presentes en el agua, o ser el resultado de procesos de tratamiento como la cloración. Independientemente de la fuente, un olor desagradable en el agua puede ser desagradable e indicativo de posibles contaminantes.
Al abordar la preocupación del olor del agua, resulta crucial identificar la causa precisa del olor, considerando la cuestión de qué es el olor del agua y si el agua tiene olor. Las soluciones para mitigar los olores varían en función de su naturaleza, desde sencillas técnicas de filtración hasta intrincados procedimientos de tratamiento. Al abordar los factores subyacentes que causan el olor, es posible garantizar que el agua no sólo cumpla las normas de seguridad, sino que también mejore la experiencia general de consumo.
OLOR A PODRIDO, A PESCADO O A TIERRA
Se encuentra con mayor frecuencia en el agua procedente de embalses abiertos. Causado por la presencia de compuestos orgánicos naturales en el agua. Los más conocidos de estos compuestos naturales son la geosmina y el 2-metilisoborneol. Estos compuestos suelen ser inocuos para el ser humano, aunque a veces pueden estar causados por la presencia de algas verdeazuladas y bacterias en el agua. El agua se enriquece más fuertemente con estos compuestos durante el periodo de floración de los embalses.
Eliminación: filtros de carbón activado (adsorción), para beber: ósmosis inversa doméstica.
OLOR A CLORO
Se produce principalmente en el sistema central de suministro de agua. Causado por la fuerte cloración del agua en las plantas de tratamiento municipales.
Eliminación: filtros de carbón activado (adsorción), para beber - ósmosis inversa doméstica, filtros triples y jarras.
OLOR A HUEVOS PODRIDOS.
La presencia de sulfuro de hidrógeno (H2S) disuelto en el agua. Menos comúnmente, la presencia de bacterias sulfurosas que producen sulfuro de hidrógeno. El agua del grifo huele a huevos podridos si procede directamente de un pozo sin más purificación.
Eliminación: Filtros Centauro (carbón activado - oxidación catalítica y adsorción) o MGS (filtro de arena verde con manganeso). La cloración del agua es necesaria para eliminar las bacterias.
OLOR QUÍMICO Y FENÓLICO
Este tipo de olor está causado por la entrada de aguas residuales en el sistema de suministro de agua o en el acuífero (en el caso de captación de aguas subterráneas).
Eliminación: filtro de carbón activado (adsorción).
SABOR SALADO
Causado por niveles elevados de sales en el agua: NaCl, NaSO4, MgSO4.
Eliminación: desalinización del agua (desionización u ósmosis inversa). Para el agua potable: ósmosis inversa doméstica.
SABOR METÁLICO
Indica un mayor contenido de hierro y/o manganeso en el agua. En concentraciones muy elevadas, el agua del grifo tiene olor a hierro.
Eliminación: sistemas de depuración complejos con Ecomix, BIRM, MGS y otros métodos de eliminación del hierro.
SABOR ALCALINO
Causado por un alto nivel de pH en el agua.
Eliminación: sistemas de ósmosis inversa o desionización (intercambio de cationes H). Para beber: ósmosis inversa doméstica.
La tabla siguiente ofrece una clasificación más detallada de los olores con una indicación de su origen.
Faqs
¿Cómo puedo mejorar el sabor y el olor de mi agua?
Si experimenta sabores u olores desagradables en el agua, hay varias medidas que puede tomar para mejorar su calidad. En primer lugar, puede probar a utilizar un filtro de carbón activado, que puede ayudar a eliminar ciertos contaminantes y reducir los olores. Estos filtros están disponibles en varias formas, incluyendo filtros montados en grifos, filtros de jarra y sistemas de filtración para toda la casa. Además, almacenar el agua del grifo en un recipiente abierto durante un breve periodo de tiempo puede permitir que los compuestos volátiles, como el cloro, se disipen, mejorando el sabor y el olor. Si la cuestión persiste o sospecha que existe un problema más importante, se recomienda hacer analizar el agua por un laboratorio certificado para identificar cualquier contaminante o preocupación específica. En función de los resultados de las pruebas, se pueden determinar los métodos de tratamiento adecuados para garantizar un agua segura y de sabor agradable.
¿Es normal que el agua tenga olor a cloro?
En ciertos casos, el olor a cloro en el agua puede ser normal y esperable. El cloro se utiliza a menudo como desinfectante en los procesos municipales de tratamiento del agua para matar bacterias y otros microorganismos. Aunque el cloro es eficaz para reducir los posibles riesgos para la salud, puede dejar un olor característico. Este olor es más perceptible en el agua del grifo porque el cloro se disipa cuando se deja expuesto al aire. En la mayoría de los casos, el olor a cloro no es perjudicial y puede reducirse dejando reposar el agua en un recipiente abierto o utilizando filtros de carbón activado. Sin embargo, si el olor a cloro es excesivamente fuerte o persistente, es aconsejable ponerse en contacto con su proveedor de agua para que investigue más a fondo.
¿Qué indica el sabor del agua?
El sabor del agua puede ser indicativo de su calidad y de diversos factores que pueden afectarla. Por lo general, el agua debe tener un sabor neutro, sin sabor perceptible. Sin embargo, ciertos sabores pueden sugerir problemas subyacentes. Por ejemplo, un sabor metálico puede indicar la presencia de minerales como hierro, cobre o zinc. Un sabor salado puede ser señal de niveles elevados de sodio o de contaminación con agua de mar. Además, un sabor terroso o a moho podría sugerir la presencia de algas o materia orgánica. Aunque algunos sabores pueden ser inofensivos, otros pueden afectar a la palatabilidad del agua o indicar posibles problemas de salud. Si experimenta un sabor inusual o persistente en el agua, se recomienda hacerla analizar para determinar la causa y garantizar su idoneidad para el consumo.
¿Puede el olor del agua indicar su calidad?
Sí, el olor del agua puede proporcionar información valiosa sobre su calidad. Aunque el agua pura suele ser inodora, ciertos olores pueden indicar la presencia de contaminantes u otros problemas. Por ejemplo, un olor a huevo podrido o a azufre puede indicar la presencia de gas sulfhídrico, que puede darse de forma natural en las aguas subterráneas o ser producido por ciertas bacterias. Un olor a humedad o a tierra puede sugerir la presencia de algas, moho o materia orgánica. Es importante tener en cuenta que algunos olores no indican necesariamente un riesgo para la salud, pero aun así pueden resultar desagradables. Si nota un olor fuerte o persistente en su agua, es aconsejable hacerla analizar para determinar la causa y garantizar su seguridad para el consumo.